EAT KRIT AND REPEAT.
¿Un aperitivo? ¿Un snack? ¿Una pausa? Llámalo como quieras, pero
sabes que cuando abres un paquete de Krit, no hay marcha
atrás. Son irresistibles, crujientes y adictivas.
Con
Krit, el picoteo se convierte en un placer lleno de vicio… y
con tantas variedades que aburrirse no es una opción.
Galletitas redondas, sabrosas y 100% vicio.
Crujen, enganchan y no te dejan parar.
Dices “solo una”, pero sabes que eso nunca pasa.
Un
vicio redondo. Literalmente.
Pececillos horneados, suaves y crujientes.
Aparecen en
la mesa... y desaparecen en segundos.
Tienen algo que
engancha, y lo sabes.
Un vicio que nada se resiste.
Finas, saladas y listas para lo que les pongas encima.
Perfectas para untar, devorar o improvisar.
Porque un cracker nunca es solo un cracker.
Un vicio
con mil combinaciones.
Crujientes, sabrosas y con ese punto de sal que lo cambia todo.
Solas están ricas. Con algo encima, irresistibles.
Una,
dos, tres… ya has perdido la cuenta.
Un vicio al que no te
puedes resistir.
Dos galletas. Un relleno cremoso de queso.
El combo que
te atrapa al primer mordisco.
Crujen por fuera, funden por
dentro.
Porque lo que cuenta… está en el interior.
Galletitas finas, crujientes y con el toque justo de sal o
semillas.
Ligeras y sabrosas, perfectas para cualquier picoteo.
Empiezas
con una… y el resto viene solo.
Cuando está bien hecho, no hace
falta más.